os propongo cinco claves: despertar capacidades innatas, aprender a vestir las ideas, aprender a pensar, desarrollar otros niveles de conciencia y la importancia del silencio.
5 claves para hablar bien en público

os propongo cinco claves: despertar capacidades innatas, aprender a vestir las ideas, aprender a pensar, desarrollar otros niveles de conciencia y la importancia del silencio.
Los tiempos se aceleran exponencialmente. Ya ha dejado de interesar las inversiones en el metaverso, ahora solo interesa el desarrollo de la IA. En algún momento del futuro cercano, perderemos nuestra capacidad para distinguir entre los hechos y la ficción creada por las máquinas, sin importar cuántas herramientas forenses podamos idear.
Los nuevos desafíos de la Comunidad Internacional ante el setenta y cinco años de la Declaración Universal de los Derechos humanos de1948 y el surgimiento de nuevas generaciones de derechos humanos” y los llamados derechos humanos emergentes.
El “estado de alarma” tiene límites jurídicos específicos tal como se regulan en las Constituciones y en los Parlamentos, como la cámara en la que se representa la voluntad popular, donde se debe controlar el ejercicio de estas prerrogativas.
Si queremos catalogar a la mediación como un renovado paradigma de solución de conflictos para el siglo XXI debemos partir de la base de que, si bien, el modelo de la mediación existe desde que los seres humanos realizaron el esfuerzo de resolver los conflictos por la vía del diálogo, en la actualidad podemos redimensionar el modelo.
Hablar sobre la “utilidad de lo inútil” no es algo nuevo, pues se ha reflexionado mucho sobre la necesidad de generar pensamiento, sin búsqueda de lucro inminente y donde el beneficio que se plantea es de carácter psicológico y espiritual.
Los recientes desastres naturales y las negaciones del cambio climático por parte de líderes internacionales han socavado la moral ciudadana, evidenciando la urgencia de abordar la crisis climática a través de normativas jurídicas y cooperación internacional.
Con el ingente desarrollo de la inteligencia artificial surge la inevitable pregunta ¿si las máquinas podrán superar en pensamiento a los seres humanos? Es evidente que la respuesta debe estructurarse no solo en un nivel técnico sino, también, en un nivel ético.